La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia, según la definición presentada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su constitución aprobada en 1948.

-Enfermedades cardiovasculares (colesterol, hipertensión): A lo largo de la vida podemos sufrir diferentes enfermedades que son repercusión de una mala alimentación, para prevenirlas o corregirlas es importante tener las pautas nutricionales adecuadas de la mano de un profesional. Además estas enfermedades suponen una amenaza grave para la salud y es necesario atajarlas cuanto antes para disfrutar de una buena salud y calidad de vida.

-Alergias/intolerancias: Cada vez es más común la aparición de alergias o intolerancias a diversos alimentos. Entre las intolerancias más habituales encontramos a la lactosa, al gluten, a la fructosa o al sorbitol, en estos casos es imprescindible conocer los alimentos que se pueden consumir, así como los que es necesario evitar. También se debe tener información sobre las alternativas de alimentos que ofrece el mercado para estas patologías y que pueden incluirse en la dieta de personas con estos problemas.

-Problemas digestivos: Entre las enfermedades relacionadas con el aparato digestivo se encuentran algunas tan frecuentes como estreñimiento, hernia de hiato, gastritis, disfagia o colon irritable. Está demostrado que todas estas patologías con cambios en la alimentación pueden mejorar mucho, para lo que es necesario restringir algunos alimentos y fomentar el consumo de otros que resultan más adecuados.

-Menopausia: La menopausia es un período de cambios hormonales en la mujer que supone una disminución de las hormonas sexuales (estrógenos y progesterona). Durante este período la mujer empieza a experimentar diversos síntomas como sofocos, cambios en el estado de ánimo, además se producen cambios en la composición corporal como aumento del tejido graso abdominal, disminución del gasto calórico que puede implicar aumento de peso o disminución del tejido óseo. Todos estos cambios suponen un incremento de la prevalencia de enfermedad cardiovascular, es por ello que es necesario recibir unas directrices alimentarias como asegurar el aporte de calcio en la dieta, o reducir los alimentos grasos. Para ello lo ideal es empezar a cuidarse antes de que aparezca para minimizar los síntomas y una vez que aparece es necesario ajustar la alimentación y seguir pautas de ejercicio físico.

-Otras enfermedades: Diversas enfermedades como la diabetes, el hipotiroidismo, las enfermedades renales, anemia o la osteoporosis entre otras, son enfermedades que necesitan un tratamiento dietético específico para su tratamiento. El nutricionista es el profesional adecuado para ayudarte en estas situaciones y tratar tu caso de forma individual.